Siempre me he preciado de ser una persona paciente y tolerante, busco ayudar a lo que tienen problemas para enteder alguna indicación y siempre busco ser la persona más clara en el momento en que doy una explicación.
Nunca había conocido personas tan desesperantes como las que hay en mí servicio social, y es que con los preparativos del congreso necesitamos que todos ayuden y hagan algo.
Mis compañeros de servicio, no todos claro está, hacen la parte que les corresponde, pero uno de ellos es tan lento y no entiende las cosas que las doctoras, pensaron seriamente, cuál sería la actividad ideal para esta persona.
Y no importa cuál sea su tarea siempre comete errores gigantescos, que tenemos que arreglar nosotros cuando esta persona se va... ni siquiera acomodar unos gafetes por orden alfabético puede, es terrible ver como pasan las horas y darse cuenta de que sólo ha acomodado 10 gafetes en el orden correcto.
Me colma la paciencia, hace preguntas que ni siquiera se relacionan con lo que hacemos, odio trabajar así, me desespera tanto que me dan ganas de quitarle las cosas de las manos y decirle que se quite y que mejor lo hago yo, pero si hago eso, seguramente después no me los quitaría de encima y me pedirían que hiciera todo.
Así que debo ser paciente y esperar a que se toma su tiempo para hacer las cosas medianamente aceptables, no puedo creer que tardara tanto en hacer una simple tarea. Ni siquiera quieren confiarles tareas por que saben que es poco capaz para realizarlas.
Debo reflexionar y ser más tolerante, es muy probable que cuando me inserte en el mercado laboral, tengo bajo mi cargo personas como esta, y (espero que no) habrá personas como esta que terminen siendo mis jefes, así que mejor voy adquiriendo la experiencia de como lidiar con este tipo de personas, como manejarlas y sobre todo aprender a trabajar con ellas.
Debo relajarme y dejar que haga sus burradas, de igual manera, la que recibe los regaños es esta persona y no yo, aunque me molesta terminar arreglando los desperfectos que genera, es parte de mi que hacer aquí, así que no me queda más que dejar que las cosas fluyan.